sábado, junio 04, 2011

Grita si es tu parecer.

La extraña afición por contar avejarucos surgió en el año catapúm a expensas de la explosión mediática de los animales de nombre rimbombante. Aún hoy prevalecen costumbres que uno quisiera o quisiese eliminar de un plumazo, abolirlas o hacerlas lapidecer sacándoles punta, como a un iceberg. Sin embargo, que sin duda se vive mejor que embargado, tus pertenencias permanecen intactas ahí, junto a la mesilla que está debajo del cuadro que hiciste a los 10 años de salir de la cárcel, truhán.

Que conste que sé que lo he escrito mal.


Eso es todo. Interrogación.

A veces una cortina de humo es tan efectiva que se oculta a sí misma. Si no, nadie en su sano juicio la compraría.